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Desempate con ADIP: una linda disputa de Familias


Los jugadores que el sábado jugaron ante Asociación Iris. El punto cosechado nos llevó al primer puesto (compartido)


“Somos Familia”, nuestro eslogan que resume nuestros 80 años de vida de la AC Brandsen. “Familia Naranja”, como indica el título del Facebook de la Agrupación Deportiva Infantil Platense (ADIP).

Los 35 puntos con que terminaron las 17 fechas nos lleva a un partido de 90 minutos (con hipotéticos penales) para dilucidar un campeón. Nos sobran motivos para confiar en esa sexta estrellita en Primera de la Liga Amateur.

La ansiedad empezó a correr desde el momento en que el árbitro Nadir Serna pitó el final en el Varallo, cuando las últimas pelotas podían haber dado el triunfo ante un combativo rival como Iris. Arranca una semana donde no se sabe qué día y en qué horario y escenario se deberá salir a la cancha. La Liga, con interventor, debería atender el pedido de los protagonistas. Nadie quiere una final el jueves, como se baraja como primera opción de parte de la organización.

“Todos laburamos entre semana, la Liga tendrá que tener soluciones a mano, porque esta es una actividad recreativa, los jugadores tienen una vida y por ejemplo acá en Brandsen juegan profesionales, como un odontólogo y otros que trabajan con turnos”, dijo Gaspar Martínez, encargado de la preparación física del plantel superior.

“Queremos jugar el domingo, también que dejen el ingreso de público visitante, porque si salimos sorteados en esa condición no puede ir nuestra gente. Un domingo sería un marco distinto, muy lindo para toda la Liga porque el resto de los clubes también puede ir”, enfatizó Germán Sánchez, nuestro destacado dirigente que participó en todas las consagraciones del Coronel, desde la primera de todas, en 2007.

En la institución de Villa Castells, el pensamiento es similar, “vamos a tratar de revertir lo que surgió de la intervención; no hay necesidad de hacerlo un día de semana”, señaló Leandro Campano, referente dirigencial de los Naranjas.

El tic tac del corazón

Como un reloj, en un mundo que vive vertiginosamente, los jóvenes del “Coronel” y su legión de seguidores van a estar respirando el clima del partido. Desde afuera confían en la solidaridad que muestra el equipo y la intensidad de juego que sostiene durante los 90 minutos, más allá de que habrá bajas susceptibles: el capitán Augusto Bidondo (afuera por cinco amonestaciones), Justo Griguoli (expulsado) y Carlos Salgado (lesionado).

En Brandsen hay jugadores preparados, tal como pensó Damián Pasalagua y Santiago Coraggio al asumir en 2019. Se apuntala al reservista como al suplente de primera, y por si faltara experiencia, volvieron dos históricos como Diego “El Oggi” Muñoz y Juan “El Bocha” Zamorano.

Detrás del alambrado se ven algunas canas de quienes saben mucho del proceso que iniciamos a partir del predio. El sábado se vieron a Raúl Di Cola, que trabajó en el departamento de fútbol ya en la última época del presidente Carlos Saenz; también sufrió Gerardo Coraggio, con un agregado por tener a su hijo en el cuerpo técnico. “No quiero hablar de él, pero sí de los dos, porque con Damián Pasalagua se hicieron acá jugando juntos y cuando Brandsen necesitó una mano para zafar del descenso, tomaron y le dieron una identidad a los chicos. Cualquiera que entra se rompe el alma; ya ganaron este año la final de la Copa de Campeones y ahora no veo la hora de que llegue el desempate”.

Pedro Verde, símbolo como jugador y también DT, fue otro que sufrió y alentó desde la tribuna en compañía de su pequeño hijo. Fue “Peter Green”, como lo bautizaron los amigos, quien una vez se cruzó a Pasalagua, cuando éste ya pensaba dejar y le dijo: “haga lo que hagas, te quiero al lado”. Pero un día Verde no pudo continuar y entonces fue tiempo del Cuerpo Técnico actual. Así lo explica Pasalagua: “Se fue Pedro y a Santi (por Coraggio, que estaba en la dirigencia) se le ocurrió hablar con el presidente para que agarre yo. Era duro el desafío, yo recién dejaba de jugar, pero le dije que sí pero con alguien que esté loco por el fútbol como yo. Y ese sos vos, San. Se anotó”. Pasalagua y Coraggio, que el sábado se fueron ofuscados por no haber logrado el triunfo, jugaron como titulares juntos por primera vez el 1 de diciembre de 2007. ¿Qué pasó ese día? Recibíamos a Curuzú Cuatiá y necesitábamos la victoria para lograr la primera vuelta olímpica. En el centro del campo, con la 6, estaba Pasalagua, y la 10 la llevaba Diego Muñoz, quien hace unas horas nos devolvió la esperanza con su zurdazo letal que determinó el empate. Aquella tarde Pasalagua y Muñoz anotaron los dos goles del primer tiempo. Y el pibe Coraggio llevaba la 11, siendo uno de los pibes de la reserva que no defraudó con la chance que se le presentaba.

Seguramente estarán hablando de esto, mientras intentan conciliar el sueño. Y pedir por una final en día domingo, el día que el público puede disfrutar de la cancha.



El profe Gaspar Martínez, responsable del estado físico del "Coronel"



Fuegos artificiales y humo en un recibimiento inolvidable en el estadio "Francisco Varallo"


Verde enloquece, Pasalagua lo abrazo. Un gol agónico y una semana después un título, el primero (2007).





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